
Hoy, y domingo, que tiene tela que siempre se celebren en mi día de descanso ¿por qué no un día entre semana? ¿por qué tengo que interrumir mis horas de ocio para ir a votar? pues no, estoy renegona, desde esta mañana, iré pero me va a costar.
Será que estoy cansada de política, de políticos, de "politiquillos", de mentirosos y de manipuladores.
O será que me importa tres pimientos a la hora que hayan ido a la urnas los principales candidatos, que si uno a las diez, que si el otro a las once ¿y a mí qué? ¿por qué no nos cuentan a qué hora se levantan y a qué hora se incorporan a su "trabajo"?
No sé, lo siento, pero estoy harta de política, no quiero hablar de ella y sin embargo...
Será porque el viernes supimos el desenlace terrible de Mariluz, cómo olvidarlo? ¿cómo seguir como si no hubiese pasado nada? ¿en qué clase de mundo vivimos, donde las víctimas de los asesinos son niños?
Y será porque el mismo día, las hienas cobardes de ETA asesinaron a Isaías, un trabajador y padre de familia.
No, hoy no quiero hablar de política ni oir hablar de ella, no pienso ver la televisión ni encender la radio.
Hoy es uno de esos días en que me cuesta seguir "subida" al mundo.